Me llamo Anahí y tengo 18 años. Hace unos meses, realicé mi intercambio cultural con Rotary en Tromsø, Noruega, por el período 2023-2024. Desde que descubrí la posibilidad que brindaba Rotary con su programa, trabajé muy duro para poder realizarlo.
Recuerdo haber dejado el aeropuerto de Ezeiza totalmente decidida a pasar un año enriquecedor en aprendizajes y crecimiento personal para aterrizar en Tromsø. Una ciudad única con tres meses de oscuridad y tres meses de luz solar perpetua. Una ciudad que me ofreció experiencias inolvidables, como caminar de noche segura mientras una gran aurora boreal decoraba el cielo y la nieve caía sobre el suelo, o escalar montañas a las 4 de la madrugada mientras escuchaba el sonido del mar y el sol aún brillaba.
También recuerdo que la primera semana de escuela fue muy complicada para mí ya que, siendo honesta, los noruegos suelen ser personas muy frías al comienzo, pero no me di por vencida. Me encontré dispuesta a tener un grupo de amigos para compartir mis días. Me uní a un grupo de teatro en el que me recibieron con los brazos abiertos, permitiéndome intercambiar experiencias, opiniones y culturas.
Tuve dos familias anfitrionas, creando una conexión especial con la segunda. Ya que ellos estaban muy interesados en saber sobre mi país y emocionados de enseñarme sobre el suyo. Me demostraron que podes llegar a querer a alguien como si fuera parte de la familia simplemente pasando tiempo juntos.
En Noruega, creé una vida maravillosa, llena de paz y tranquilidad, reflejo de mi perseverancia y crecimiento, colmada de amor y realizada. Pude hacer lo que me hacía feliz: estar al aire libre, ya que culturalmente lo ven como algo muy importante y renovador. Tanto así que, pasé tres semanas navegando en un barco por el frío mar del Ártico.
Aprendí a apreciar la simplicidad de la vida noruega, la importancia de la familia y la amistad, y la valentía de enfrentar desafíos. Noruega me enseñó que el crecimiento personal implica salir de tu zona de confort y abrirte a nuevas experiencias.
Estoy sinceramente agradecida con Rotary por brindarme esta oportunidad. Recomiendo completamente vivir este tipo de experiencia, ya que al final podrías darte cuenta de que volver a casa puede ser más difícil que haberla dejado.
Escrito por: Anahí
(Outbound 23/24, Noruega D.2250)
Editado por: Rotex 4851