Soy Serena y a mis 16 años tuve la oportunidad de hacer un intercambio largo con Rotary en Bélgica. Desde que decidí participar, supe que esta experiencia me cambiaría la vida.
Dejar Argentina para vivir en un país completamente diferente me generaba vértigo, por no saber lo que vendría y adrenalina por lanzarme sola a la aventura. El día que llegué al aeropuerto de Bruselas, estaba llena de nervios y emoción. Aunque había hablado con mi familia anfitriona por meses, verlos en persona fue una experiencia completamente diferente. No entendía nada de lo que decían; el francés sonaba como un idioma totalmente confuso. Mientras íbamos en el auto hacia mi nueva casa, escuchando a mis hermanas hablar, no podía dejar de pensar que nunca lograría entender el idioma.
El primer día de colegio estaba muy nerviosa. Desde el primer momento, mis compañeros mostraron un gran interés por conocerme y ayudarme a adaptarme. A pesar de las barreras del idioma, todos estaban dispuestos a explicarme las cosas, repetir palabras y frases, e incluirme en las conversaciones. Poco a poco, gracias a su apoyo y paciencia, empecé a familiarizarme con el francés. Cada día en el colegio era una oportunidad para aprender algo nuevo, y me sentía rodeada de personas que querían que me sintiera bienvenida. Esto hizo que me enamorara de Bélgica y su gente.
Durante mi intercambio, no solo aprendí un nuevo idioma o me adapté a una cultura diferente; sentí que estaba viviendo una segunda vida. Las amistades que formé en Bélgica se convirtieron en parte esencial de mi día a día, y mi familia anfitriona se transformó en un verdadero refugio y apoyo.
El intercambio realmente te cambia la vida. No solo te abre los ojos a nuevas culturas, sino que te obliga a crecer y descubrirte de maneras que nunca imaginaste. Despedirse de esa segunda vida que construiste es increíblemente difícil porque dejás atrás personas y una rutina que construiste con esfuerzo. Volver a casa es hermoso, pero siempre sentís que una parte de vos se quedó en ese otro lugar, viviendo esa otra vida.
Escrito por: Serena
(Outbound 23/24, Bélgica D.2160)
Editado por: Rotex 4851