Me llamo Trinidad y soy de Córdoba. En el año 2017 empecé el proceso para vivir mi tan soñado intercambio. A comienzos del 2018 me llegó el destino: Brasil. Por supuesto que no era el primero en mi lista pero no podía dejar pasar la oportunidad. Fueron 9 meses maravillosos, los mejores de mi vida. Hice lazos tan fuertes que hasta el día de hoy sigo manteniendo. Uno de ellos fue el que establecí con mi club anfitrión, Palácio das Águas fue un gran apoyo para mí, los rotarios se encargaron de que viva a pleno ese año. Allí encontré familia y amigos que voy a recordar por siempre. Nos reuníamos cada lunes a las 12 del mediodía. Después, con mis dos papás (el de la segunda familia y el de la tercera) y mi YEO nos quedábamos almorzando por la zona. Esos almuerzos, que pueden parecer un momento cualquiera, para mí eran el día más esperado de la semana.
Dos de mis tres familias anfitrionas eran rotarias, y eso definitivamente marcó mi intercambio para bien. Mi segundo papá, Saulo, era fanático de la jardinería, así que ¿a quien buscaba un domingo a la siesta para ayudarlo a cuidar de su jardín? Claro, a su hija intercambista. Esas tardes me encantaban, charlábamos y plantábamos orquídeas a la vez. Mi país de destino, el vecino de Argentina, me enseñó que no necesitaba irme tan lejos para vivir la magia de Rotary.
Hoy en día, un par de años después de esa aventura, me encuentro del otro lado de la historia, como Rotex. Un espacio donde me encanta acompañar a los futuros intercambistas y guiar a los Inbounds que están viviendo lo mismo que yo viví. Creo que es un sentimiento que todos los Rotex tenemos, queremos devolver aunque sea un poco de lo que Rotary nos dio, y lo hacemos a través de esta Asociación: aconsejamos, acompañamos, escuchamos, trabajamos para que los chicos tengan el mejor año de sus vidas. ¡Los y nos ayudamos a que la rueda rotaria siga girando!
Escrito por: Trinidad
(Outbound 19, Brasil – Vicepresidenta Rotex 4851 24-25 )
Editado por: Rotex 4851