Hola me llamo Chiara, soy francesa y tengo 16 años. Hace un año me fui de intercambio a Argentina y esta es un poco de mi historia. Desde siempre tuve ganas de viajar y descubrir el mundo entero. Cuando descubrí los intercambios con el Rotary, salte en la oportunidad.
Llegué a la Argentina casi sin expectativas, solo descubrir, adaptarme a un nuevo país y encontrar nuevas personas. Tuve familias increíbles y creé lazos muy fuertes. Lo que más me marcó es la energía argentina, que toda la gente que encontré tenía. Una energía tan particular, que está menos presente en Europa.
Con mi primera familia anfitriona me sentí muy bien, incluso como una hija más, tanto con mis papás como con mi abuela de allá. Siempre iba a almorzar a lo de mi abuela, me peleaba con mi hermano para lavar los platos y hablábamos de todo con mis papás.
También, mis compañeros desde el primer día de escuela han estado muy presentes al integrarme en el curso. Cuando necesitaba ayuda siempre estaban ahí. Me acuerdo que al principio cuando no hablaba tanto español, entonces, hablábamos con las manos, haciendo signos y dibujos para entendernos, era muy divertido. Me hice de muy buenos amigos, me cagaba de risa todos los días con ellos y cómo los conocí desde el principio sé que los voy a tener para toda mi vida.
Creo que los argentinos tienen una energía increíble, de bondad y de calor humano que te dan ganas de querer quedarte con ellos para siempre. Y ahora, se que tengo dos familias, una en Francia la de siempre; con mis papás y mis amigos, y una en Argentina; con mi familia anfitriona y todos mis amigos. Que estarán por siempre en mi corazón.
Mi intercambio fue una experiencia increíble y que voy a recordar toda mi vida, que me enseñó un montón de cosas, como un idioma y me ayudó a crecer como persona.
Escrito por: Chiara
(Inbound 23/24)
Editado por: Rotex 4851