Soy Brisa, tengo 17 años y realicé mi intercambio en el período 23-24 en Dinamarca. Hacer un intercambio fue mi sueño desde que tengo memoria, siempre quise vivir en otro país a una edad temprana y poder vivenciar todo tipo de nuevas experiencias, conocer gente nueva, un idioma nuevo y una cultura totalmente diferente de la que estoy acostumbrada. Cuando se me dió la oportunidad con el programa Rotary Youth Exchange, fue la felicidad más grande que tuve, y eso mejoró aún más cuando supe que podía viajar al país que siempre quise: Dinamarca.
Voy a ser sincera, al principio tenía muchísimo miedo e incertidumbre respecto a esto, me acuerdo que en la segunda orientación casi me decido a no hacer el intercambio, pensé que era demasiado para mi y que no iba a poder. Me acuerdo que una hora después (y esta es la anécdota más linda que recuerdo), los Rotex nos llamaron diciendo que tenían una sorpresa para nosotros, ahí nos dieron una carta que hicimos en la primera orientación. Todos habíamos escrito una para nuestro yo futuro, como estudiantes de intercambio, en esa carta yo no tenía ni siquiera idea de que este intercambio se iba a concretar, pero en la misma le decía a mi yo del futuro que entendía y sabía que probablemente iba a estar muy asustada y nerviosa por todo, pero que no baje los brazos y recuerde todo el tiempo que luché para que eso llegue a concretarse. Me acuerdo como comencé a llorar leyendo la carta, y desde ese momento jamás volví a dudar. No me arrepiento, haber realizado el intercambio fue ¡la mejor experiencia de mi vida!
Escrito por: Brisa
(Outbound 23/24, Dinamarca D.1450)
Editado por: Rotex 4851